Scandal, el perfume de Jean Paul Gaultier que sigue causando revolución

Scandal, el perfume de Jean Paul Gaultier: Porque ser auténtica nunca pasa de moda.

Hay perfumes que acompañan. Otros… se convierten en un grito. Scandal de Jean Paul Gaultier no nació para pasar desapercibido. Nació para abrir puertas. Para encender miradas. Para dejar huella.

Desde su lanzamiento, este aroma ha sido más que una fragancia. Ha sido una actitud. Una forma de caminar distinta, de reír sin miedo, de entrar en escena sin pedir permiso. Y lo mejor: sigue tan vigente como el primer día. Más femenino. Más libre. Más tú.

Un perfume con garra y dulzura. Sin pedir disculpas.

Scandal pertenece a la familia chipre floral… pero tiene su propio ritmo. Rompe las reglas. Juega con contrastes. Y en cada nota, cuenta una historia de provocación y poder.

Notas que brillan con personalidad:

• Salida: Mandarina y naranja sanguina. Frescas, chispeantes, como la risa espontánea que contagia.
• Corazón: Miel, gardenia y jazmín. Dulces, profundas, llenas de carácter. Como esa parte de ti que combina ternura con fuerza.
• Base: Pachulí, caramelo y regaliz. Atrevidas, persistentes. El cierre perfecto de un aroma que no se borra fácilmente.

¿La primera impresión? Seducción sin esfuerzo. ¿La última? Un recuerdo difícil de ignorar.

¿Quién es la mujer Scandal?

Es la que no teme destacar. La que se viste para sí misma, no para encajar. Sabe lo que quiere. Lo busca. Lo logra. Y en el camino, se divierte.

No necesita que la presenten. Ella es la presentación. Su perfume habla antes que sus palabras. Y cuando se va… el ambiente aún vibra.

Momentos perfectos para Scandal

• Días en los que despiertas con el alma revolucionada.
• Noches que prometen más de lo que imaginas.
• Espacios en los que prefieres dejar tu aroma como firma.

Porque Scandal no espera la ocasión ideal. La crea.

Scandal es más que aroma… es afirmación.

Jean Paul Gaultier no pensó en mujeres perfectas al diseñarlo. Pensó en mujeres reales. Valientes. Contradictorias. Libres.

Scandal huele a identidad. A deseo sin culpa. A risa fuerte. A pasos decididos.